Co-Living: una nueva forma de vivir y ¡de construir!

Tendencia creciente en las principales ciudades del mundo, tiene a los millennials como destinatarios destacados. Conoce sus principales características.

Como todos los ámbitos de la vida, el de la vivienda va mutando a lo largo del tiempo, conforme a las tendencias y hábitos del momento. Es así que en los últimos años ha ganado fuerza el concepto de co-living, en el cual los residentes de una propiedad comparten su espacio de alojamiento con otras personas.

Este fenómeno se da principalmente en las ciudades más pobladas del mundo -Buenos Aires y Ciudad de México, por ejemplo en Latinoamérica- y encuentra como principales demandantes a los millennials, más habituados a la idea de trabajar y vivir en el mismo espacio, así como también a tomar opciones que no requieran contrataciones a largo plazo.

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El interés creciente de las nuevas generaciones por compartir la vivienda y el modo de vida ha impulsado a varias empresas dedicadas a ofrecer espacios y conectar a los interesados en compartir un hogar. Es decir, el mercado inmobiliario tomó nota de esa tendencia y comenzó a volcar fondos a este tipo de construcciones.

¿Donde tiene su origen el co-living? Si bien es difícil ser 100% certero, muchos ubican su nacimiento en Silicon Valley, como una una evolución de los ‘roomates’. Las empresas empezaron a ofrecer un lugar donde vivir, además del lugar de trabajo. La apuesta era la creación de un espacio donde fluyeran las ideas y los proyectos profesionales.

Se suele afirmar que el co-living es más que una solución de vivienda: es un estilo de vida para quienes valoran la calidad de la experiencia sobre la cantidad de metros cuadrados. De alguna manera es una evolución o transformación del concepto de co-working, donde la experiencia estaba circunscripta al trabajo.

Este estilo gira en torno al entendimiento de la sociedad y va más allá de la vida personal y laboral. Su dinámica retoma el concepto de nómada cuyo objetivo principal es evitar el gasto innecesario como el tiempo en traslado al lugar de trabajo y con ello incentivando el networking y conviviendo con compañeros sin tener la necesidad de desplazarte.

Los usuarios de esta nueva forma de trabajar y vivir pueden llevar su empresa a cualquier sitio creando conexiones personales y profesionales que con el paso del tiempo reditúan en experiencias con alto nivel de aprendizaje. Esto hace que los hogares de co-living se constituyan en comunidades con personas de ideas afines, lo que reduce los conflictos potenciales y ayuda a vivir en compañía.

Conoce este proyecto: Wave Anzures Co-Living

Características

Respecto a sus principales singularidades, generalmente ofrecen espacios amueblados, alta flexibilidad en cuanto al plazo –desde días hasta años–, y gran variedad de amenidades para todos los inquilinos (como área de lavado general, cocina comunitaria, zonas para fiestas, gimnasios y hasta barra de fruta y café).

Asimismo, los defensores del co-living destacan que habitualmente se trata de edificios “llenos de gente interesante”, por lo que el próximo socio de un emprendimiento puede estar a una puerta de distancia. Y es que este estilo de vida abre la posibilidad del intercambio constante de ideas, como una gran oportunidad de aprendizaje.

Los millennials se encuentran también atraídos al co-living, pues están menos apegados a los bienes materiales como vehículos y casas que las generaciones pasadas y optan por la flexibilidad y la movilidad, lo cual se ha traducido en el mercado inmobiliario de diversas ciudades del mundo en una mayor demanda de rentas sobre hipotecas.

A pesar de que el co-living sigue siendo una tendencia de nicho, ha empezado a llamar la atención de inversionistas inmobiliarios que buscan encontrar nuevas oportunidades de mercado.

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