El sector inmobiliario en tiempos de coronavirus: la reconversión tecnológica es hoy y es ahora

Claves para pensar el futuro del real estate, en un contexto complejo marcado por la incertidumbre mundial por los efectos de la pandemia

En un contexto de extrema incertidumbre en la economía global por los efectos del coronavirus, la necesidad de optimizar costos de funcionamiento, incorporar clientes y explotar nuevos mercados se torna imperiosa e imprescindible. El sector inmobiliario no es la excepción: no importa el segmento o escala que se cubra, las empresas deberán adaptarse a la nueva coyuntura, con un énfasis muy importante en el eje tecnológico. El ecosistema digital, con el big data como columna vertebral de las nuevas estrategias de venta, podrían ser la salida por arriba y para adelante de este laberinto, la vacuna para esta pandemia que ya numerosas firmas estudian para aplicar en el plazo inmediato.

La pregunta de cómo acceder a nuevos grupos de clientes, o cómo penetrar más en universos ya identificados, son apenas dos de las cuestiones que intentan descifrar por estos días muchos interesados en sostener sus emprendimientos. “¿Cómo hago, en estas circunstancias tan atípicas, para eficientizar mi funcionamiento y que más gente se entere de los productos o servicios que ofrezco, pudiendo así incrementar mi promedio de ventas?”, se consultan.

El interrogante sobre cómo lograr que las organizaciones o empresas no dejen de funcionar en una etapa de congelamiento económico y de consumo es uno de los principales desafíos para las unidades de negocios pensadas y forjadas en el modelo “pre coronavirus”. En este sentido, lo que hasta hace 30 días se creía que eran tendencias hacia donde ir en un futuro cercano, hoy es una necesidad coyuntural absoluta.

La capacidad de convertir, adaptar o desarrollar las empresas de real estate en plataformas digitales es quizás la bisagra que abra la puerta ante este complejo panorama. Plataformas digitales, que cuanto menos deben ser amigables, simples, regidos por la experiencia del usuario, y que deben reconstruir dentro los modos de conversación con su público y mercados, y tendrán que creer en el poder de los datos. Su correcta estructuración y la buena gestión y explotación de los mismos será lo que hará la diferencia.

En este momento, numerosas empresas comienzan a estudiar, y otras ya avanzan, en el rediseño de sus portales web, para que dejen de ser apenas un lugar donde encontrar información o una mera carta de presentación, para pasar a ser el corazón de un ecosistema on line, que tendrá en sus cuentas de redes sociales, aplicaciones, y calls centers, algunas de sus principales bocas de expendio.

Es por ello, que muchas empresas hoy empiezan a estudiar y observar que la supervivencia y el futuro de muchas de ellas dependen de qué tan capaces son con audacia e inteligencia, de montar una nueva organización, al menos de algunos de sus servicios, en la que el ecosistema digital sea la columna vertebral de su estrategia comercial. Y así comenzar con el desarrollo de un sistema de e-commerce sencillo y resolutivo, para quienes, a través de la estructuración de bases de datos para generar universos de públicos de calidad, correctas segmentaciones y buenos mensajes, sean atraídos hasta allí.

Quien más rápido y mejor haga este proceso, dando la menor cantidad de pasos en falso posible, será quien menos competitividad pierda en esta etapa y más posibilidades de crecimiento tenga.