La mejor distribución para tu cocina

La mejor distribución para tu cocina

Un listado de recomendaciones básicas para pensar lo que algunos consideran “el corazón” del hogar.

Espacio olvidado y de escasa importancia durante gran parte de la historia, la cocina se transformó en el siglo 20 en un lugar que alimenta física y emocionalmente el hogar. Como tal, merece toda la atención a la hora de pensar en su decoración, diseño y distribución de elementos.

Ya fuera que se trate de una gran casona o de propiedades adquirida en preventa o al pozo, no basta solo de elegir materiales y colores para la cocina, sino pensar qué tipo de distribución es la más adecuada. Del éxito en esta tarea dependerá que el espacio sea cómodo y práctico y que sea el verdadero “corazón de la casa”, como muchos la llaman.

Antes de proseguir bien vale una aclaración, muy importante en tiempos donde cada vez más familias eligen vivir en departamentos. Las decisiones respecto a la cocina no pueden tener como excusa la disponibilidad de espacio, ya que el hecho de que sea más grande o más pequeña no la exime de ser un espacio integrado al resto del inmueble. Siempre es posible encontrar soluciones creativas.

No basta solo de elegir materiales y colores para la cocina, sino pensar qué tipo de distribución es la más adecuada.

Tipos de cocina

Para obtener buenos resultados en la decoración de la cocina y aprovechando mejor el espacio, se necesita hacer un estudio básico que contribuirá a dar una pista sobre cuáles son las prioridades. La tarea consiste primordialmente en determinar los requisitos necesarios tanto de equipamiento,como de lugar de almacenaje y el equilibrio entre ambos con la arquitectura del espacio disponible. No hay reglas fijas.

Una vez esto, y tomadas las medidas, hay que tener en cuenta la ubicación de los tres principales elementos: fregadero, nevera o heladera y la cocina propiamente dicha. Una vez determinado esto, el resto es relativamente fácil.

Los tipos de distribución de cocinas más estándar son:

  • Cocinas en forma de U. Con encimera en tres de las cuatro paredes, la distribución en U es perfecta para cocinas grandes y espaciosas.
  • Cocinas en forma de L. Como deja buena parte del espacio libre, este tipo de estructura permite contar con amplias zonas de trabajo e, incluso, con un rincón pequeño para comer.
  • Cocinas en línea. Esta distribución está indicada en cocinas alargadas y estrechas. Se trata de amueblar únicamente uno de los lados de la cocina, para no sobrecargar el espacio.
  • Cocinas en líneas paralelas (Frente paralelos). Un diseño que se adapta de maravilla a las cocinas alargadas, en este caso amplias y espaciosas. También es el modelo a elegir cuando nuestra cocina tiene dos puertas en paredes enfrentadas. s una de las distribuciones más atractivas y resulta muy práctica, ya que proporciona mucho espacio para trabajar o para almacenar. Eso sí, para tener una isla en la cocina, esta tiene que ser muy espaciosa.
Cocinas en U, en L, en línea y paralelas. Define cuál se adapta más a lo que necesitas

Tonalidades y efectos

La elección de los colores para la cocina también resulta fundamental a la hora de pensar en este trascendental espacio.

Advierten los especialistas que la orientación puede ayudar a determinar la conveniencia de un color u otro. En este sentido, aquellas orientadas al norte requieren colores cálidos y luminosos, en cambio, las que dan hacia el sur mejoran con tonalidades como pueden ser el blanco o el verde. Las orientadas al este son las mejores para los grises, cremas y tonos pastel. Las que miran al oeste son perfectas para colores fríos.

Otros tips que aplican al color:

  • El color rosa o malva, son dos tonalidades que pueden combinar bien entre sí creando un suave contraste con los muebles lacados en blanco.
  • Las cocinas grises es un color que proporciona sensación de amplitud visual y luminosidad.
  • La zona para comer se puede diferenciar vistiendo la pared con un alegre papel de rayas, dando un aire moderno.
  • Los colores universales de tonos neutros, basados en el verde, el marrón o amarillo combinan con cualquier estilo. El blanco roto conjuga la limpieza y la claridad.

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