¿Cómo elegir la cabecera correcta para tu cama?

Se trata de una decisión que impactará en la armonía estética de la habitación. Ubicación, tamaño, materiales y color son algunos de los puntos clave

Debido a que la cama es el principal componente de una habitación, cualquier decisión que gire en torno a ella impactará de lleno en la armonía estética del ambiente. Es por ello que la elección de la cabecera resulta de vital importancia, ya sea que se trate de una viviendas tradicionales, departamentos, monoambientes o cualquier tipo de hogar.

Ubicación, tamaño, materiales y color son algunos de los elementos clave que influyen a la hora de pensar en el cabecero de cama perfecto, cuya resolución comenzará por saber qué papel deseamos que tenga en la decoración del dormitorio, lo cual debe guardar relación directa con el resto de las habitaciones.

La cabecera puede ser un elemento funcional de la habitación o bien su punto nodal. Dependiendo de esta primer respuesta, luego vendrán otras decisiones, incluso la posibilidad de optar por una cama desprovista de este elemento. Todo dependerá del criterio de decoración de habitaciones que cada familia.

Más allá del interrogante inicial, es bueno recordar los aspectos más prácticos de la cabecera: protege la cabeza del frío de la pared, aísla la cama de los ruidos y mantiene a salvo la pared del roce defd las almohadas.

Al estar en contexto con la habitación, es fundamental considerar su tamaño y altura, al igual que la distribución de las ventanas. Es necesario que la búsqueda no pase por alto estas cuestiones. Una vez hecho esto, es posible avanzar hacia otros asuntos, como el tamaño.

Una cabecera horizontal amplía visualmente el espacio de lado a lado de los dormitorios. Una vertical, en cambio, separa el techo del suelo. El tamaño es una cuestión estética pero existen ciertos aspectos funcionales que necesariamente deben abordarse. Como referencia, puede afirmarse que a partir de la altura del colchón, al menos deben quedar a la vista entre 65 y 80 centímetros de cabecera. En cuanto al ancho, debe sobresalir entre 15 y 20 centímetros a cada lado de la cama.

Un mundo de sensaciones

Despejados estos primeros interrogantes, se abre un amplio abanico de posibilidades, resultantes de las diversas combinaciones de materiales y colores que se ofrecen en el mercado. En este momento no debemos olvidar lo afirmado al principio del artículo: cualquier decisión que gire en torno a la cama impactará en la armonía estética del ambiente.

Una primera opción es escoger una cabecera de color blanco, una tonalidad que tiene como fortaleza no solo su sencillez, sino también abrir múltiples posibilidades de combinación con otros elementos. También tenemos la alternativa contraria: elegir un color determinado y transformarla en un punto de contraste que atraiga toda la atención.

Una cabecera de madera, por su parte, añade elegancia en materia de decoración de dormitorios. Frente a otras propuestas más llamativas por sus características, esta es una elección que apuesta por el componente clásico de una idea que evoluciona con el paso de los años sin pasar de moda. La madera tiene la fortaleza de la versatilidad y puede embellecer cualquier lugar.

Otra alternativa será una cabecera tapizada en tela, una opción que privilegia la confortabilidad: al estar mullidas pueden ser el complemento ideal para quienes gustan de leer en la cama. Algodones y linos son los más usados dentro de los tejidos naturales. Pueden incorporar alguna fibra sintética que los hará más resistentes.

Existen también algunas cabeceras que incluyen elementos externos que suman diversas funcionalidades, ideales para aquellos dormitorios pequeños. Por caso, la posibilidad de sumar mesitas integradas, más comunes en habitaciones modernas o dormitorios modernos.

¿Siempre necesario?

Lo cierto es que no siempre se necesita acompañar la cama con una cabecera. Existen casos donde el tema se resolvió revistiendo el frente en el que apoya la cama en el dormitorio con un material diferente. Si es cerámica o vinílico, protegerá la pared de roces. Si es tela no tanto. La piel y la polipiel se limpian fácilmente. Si es pintura directamente, debes tener en cuenta que se rozará con facilidad.

Se suele afirmar que cada casa es un mundo. Los contextos también varían, porque no será igual si se habla de departamentos en venta o casas para alquiler. La elección de la cabecera perfecta también lo es: cada una de las decisiones referida a tamaño, ubicación, material y color estará asociada al contexto particular del caso, por lo que las alternativas pueden ser inagotables.

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