El Big Data en el sector inmobiliaria: una tendencia que se abre camino

Se trata de una de las facetas más interesantes del desarrollo tecnológico. Repaso de algunas aplicaciones concretas en el sector

El avance de la tecnología y su penetración en la vida cotidiana han permitido que preguntas que en el pasado no poseían una respuesta hoy sí las tengan. No hay industria o sector que no sea reflejo de estas tendencias. El mercado inmobiliario no es la excepción: ¿A qué inversor no le gustaría conocer de antemano el riesgo de un posible negocio? ¿Qué futuro comprador de un inmueble no soñaría con saber cuál opción de compra es la correcta?

El hecho de que esos interrogantes estén muy cerca de tener una solución 100% libre de errores se debe principalmente al Big Data, un concepto que alude a la inteligencia en el uso de grandes cantidades de datos, gracias a la utilización de programas que reducen sideralmente tiempos y costos para su procesamiento.

Siguiendo una de las definiciones más tradicionales -acuñada por la firma Gartner en 2001-, Big Data son datos que contienen una mayor variedad y que se presentan en volúmenes crecientes y a una velocidad superior. Volumen, velocidad y variedad son las palabras que permiten hablar del modelo de “las tres V”.

En la compra y venta de propiedades, el Big Data es una fuente muy valiosa de datos donde poder conocer a los clientes y ofrecerles un servicio personalizado. Dicho con otras palabras, gracias a él es posible obtener una visión de 360° de los consumidores, compradores, oferta y, en general, de la dinámica del mercado de bienes raíces.

Con software y herramientas tecnológicas para el big data se puede predecir datos y tendencias que facilitan la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible saber qué tipo de propiedades son las que venden en determinada ubicación, qué perfil de clientes son los potenciales compradores de cierto tipo de bien raíz, o en qué ubicación estarán a la venta inmuebles de una índole particulr.

Desde otra perspectiva, también es posible conocer datos masivos para generar un impacto en los costos operativos de construcción de edificaciones o viviendas y hasta influir en el gasto energético de las edificaciones y así aprovechar al máximo su rendimiento.

A continuación, un pequeño repaso de algunas aplicaciones en diversas áreas del rubro inmobiliario:

  • Ventas. Permite agilizar y hacer más efectivas las transacciones en la comercialización de inmuebles y los servicios relacionados con la actividad. Por ejemplo, relacionando rápidamente el mejor tipo de inmueble para cada perfil de cliente, de manera que el asesor inmobiliario pueda adelantarse a la competencia y abordar el comprador potencial con la mejor oferta para su caso.
  • Marketing. Facilita el diseño de estrategias de promoción y publicidad con datos específicos de los potenciales clientes, la valoración de inmuebles, análisis del entorno con datos específicos sobre inmuebles y su ubicación (superficie, servicios disponibles, zonas verdes, entre otros)
  • Atención al cliente. Permite conocer información de valor para la empresa, permitiendo una asesoría personalizada, oportuna y facilitando la fidelización y satisfacción de los clientes.
  • Gerencia. Obtención de reportes en los que los líderes pueden visualizar información detallada de la actividad de cada uno de sus asesores inmobiliarios, su gestión con los clientes, el tipo y cantidad de inmuebles vendidos, entre otros.

Es innegable que la innovación es fundamental para agregar valor a la oferta de productos y servicios, mejorar las ventas y la administración de propiedades. La tecnología hoy está presente en toda la cadena de valor de la industria inmobiliaria e influye en los hitos principales del mercado: el empresario, que provee un servicio o vende un producto, y el usuario final quien puede disfrutar de mejores experiencias.

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