El futuro de los espacios de coworking tras el coronavirus

Se trata de un sector que ganó terreno en los últimos años. Cuáles son las principales modificaciones que se implementarán para seguir captando clientes

La crisis del coronavirus traerá consecuencias en todos los ámbitos de la vida. Los espacios de trabajo no serán la excepción a la regla. Entre ellos, uno de los que más sufrirá modificaciones serán los sitios de coworking, que venían en franco ascenso durante los últimos años.

Cuando conceptos como la colaboración y la comunidad son la esencia de un negocio, una pandemia global que obliga al aislamiento no pareciera ser el escenario más auspicioso. En este marco, el interrogante fundamental es el siguiente: ¿cómo será la vuelta a estos lugares donde compartir no era un simple verbo, sino su verdadero leitmotiv?

Al igual que sucede a nivel de decisiones gubernamentales, el impacto global de la pandemia sirve a los fines de recolectar experiencias sobre qué hacer en el futuro. Así lo entienden desde WeWork, la red de coworking más grande del planeta. Según plantearon sus responsables, en China -primer país donde se experimentó la crisis- el regreso al trabajo se dio luego de introducir niveles elevados de medidas preventivas.

“Suspender eventos en áreas comunes, aconsejar a los miembros que limiten los visitantes, pausar los servicios de barista y desayuno, y exigir a los proveedores externos que entreguen productos en áreas designadas fuera de WeWork fueron solo algunos de los puntos que serán replicados aquí”, comentó el director de WeWork Argentina Tomás Calusio.

Es que si bien la actual crisis no plantea una condena final al coworking, sí supone un cambio. Varios cambios. Además de los protocolos de limpieza intensificados, habrá otros aspectos a tener en cuenta, a saber:

  • Distanciamiento. Rediseño y redistribución de las áreas comunes y puestos de trabajo para mantener la separación física.
  • Salubridad. Una mayor sanitización, aumentando las medidas de limpieza e higiene en las áreas.
  • Señalética. Para comunicar normas que refuercen el aseo y los protocolos sanitarios.
  • Purificación de aire. Instalación de dispositivos que proporcionen y distribuyan aire como parte de un sistema de climatización.

Amén de estas recomendaciones, los sitios de coworking podrán incorporar otras, más generales en relación a la industria inmobiliaria propiamente dicha. Por caso, que en el ingreso de los edificios, las puertas puedan abrirse automáticamente para no tocar las manijas. También, que antes de abordar un ascensor, pueda indicarse a través de la voz cuál es el piso al cuál dirigirse. En áreas comunes como salas de reuniones y cocinas, se espera ver menos sillas y documentación publicada de la última vez que se limpiaron.

Resiliencia

Más allá del duro golpe que supone la situación, los referentes del sector muestran optimismo respecto a la capacidad de recuperación del coworking. “Sin dudas sobrevivirá y se hará más fuerte. Puede que se queden algunos en el camino, pero los que mejor y más rápido entiendas las nuevas necesidades, miedos y oportunidades de los clientes tienen un futuro por delante”, dijo por su parte Rafa de Ramón, CEO y fundador de Utopicus.

Según aseguran algunos, a pesar de la incertidumbre reinante, la propuesta de valor de los coworking permanece sin cambios, Esto se debe a que la flexibilidad que ofrecen dichos espacios sigue siendo un valor importante para las empresas. “Además, en un entorno desafiante vemos evidencia continua de la demanda de nuestro producto mientras las compañías vuelven a evaluar su necesidad de arriendos a largo plazo y buscan una mayor flexibilidad, a medida que planean cómo regresarán a la oficina de manera segura y productiva”, aseguró por su parte Alan Ai, general manager de WeWork China.

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